
Buscando explicación a la estupidez reinante en países democráticos, se puede empezar por arriba analizando el segundo mandamiento que Mateo atribuye a Jesús, como en mi anterior artículo, o se puede empezar por abajo analizando el trastorno que afecta a millones de ciudadanos obligándoles a votar por partidos políticos que desprecian a los mindundis. Para los fascistas, empeñados exclusivamente en llegar al poder y conservarlo, mindundis son todos los pobres y medio pobres, es decir, todos aquellos que carecen de poder y de influencia, según el diccionario. Dicen las estadísticas que la mayoría de los pobres no votan. Dicen las encuestas que los partidos fascistas suben en intención de voto en América y en Europa, por no ir más allá. Luego son los medio pobres los que con su intención de voto y con sus votos están aupando al fascismo en democracias del mundo entero. ¿Por qué? Dicen los analistas que la gente está harta de problemas y vota a lo que llaman «derecha extrema» a ver si resuelve lo que el progresismo no ha podido resolver. Digo yo que estoy harta de los partidos que sólo se apoyan en el hartazgo de la gente para engatusar a los mindundis y harta de los mindundis que se dejan engatusar.
La proximidad de las elecciones convierte a nuestro país en un ejemplo que debería analizar toda Europa, todo el mundo democrático. Los políticos fascistas se han desmelenado como si en el fondo de su alma una voz les gritara que es ahora o nunca. Para conseguir que sea ahora, los políticos fascistas han decidido lanzarse contra toda contención moral, humana; han decidido levantar toda presión al freno ético con la convicción de que la mayoría de los mindundis son seres infrahumanos que comprarán sus discursos por afinidad, por identificarse con los poderosos infrahumanos; infrahumanos admirables para los mindundis porque el poder les libra de toda responsabilidad.
Sí, se acercan elecciones y, como se acercan elecciones, los politiqueros han convertido nuestro país en una pocilga repugnante. Lo que significa que, a la mayoría, nos toman por cerdos a los que se puede echar en el comedero todas las sobras de sus mentes podridas. Sabe mal utilizar a los cerdos para esta comparación. Los cerdos son animales sumamente inteligentes que si viven en la inmundicia, es porque los seres aparentemente humanos les obligan a vivir así, alimentándolos de sobras para aprovechar de ellos hasta los pelos.
Irrita imaginar las reuniones de los líderes de los partidos fascistas, llamados de derechas por estúpida corrección. Irrita imaginarlos concibiendo mentiras, insultos, promesas y argumentos falaces para echarles en el comedero a los que consideran al nivel intelectual de los cerdos. ¿Y cómo convencer a esos líderes de que la mayoría de los ciudadanos piensan y, por lo tanto, rechazan las sobras podridas con que los fascistas les intentan engañar? ¿Tiene razón Ayuso cuando permite que le echen comida podrida a los ancianos de ciertas residencias porque cuando les apriete el hambre se la comerán como esté, y tiene razón cuando dice en un discurso que la comida podrida de las residencias es una mentira de los progresistas que en sus vídeos sacan tuppers con comida podrida de sus neveras? ¿Tiene razón Feijóo cuando dice que Bildu es lo mismo que ETA y que, por lo tanto, Sánchez es ETA porque pacta con Bildu? ¿Tienen razón todos los candidatos del PP y de Vox cuando dicen que el gobierno ha llevado el país a la ruina y que quiere romper a España?
Claro que tienen razón. En Francia, Marine Lepen obtuvo el 42% de los votos. En Hungría, ganó Orban. En Italia, ganó Meloni y tuvo que darle un ministerio al fascista Salvini. Los países del socialmente idílico norte de Europa también están a punto de ser exprimidos por las garras fascistas. Y Trump, ay Trump, el mentiroso patológico que estuvo a punto de destruir la democracia americana, se presenta a las elecciones presidenciales de 2024 con buenas expectativas. Luego los expertos en propaganda de los partidos fascistas tienen toda la razón en utilizar la estrategia de la propaganda nazi, y los candidatos fascistas tienen toda la razón en hacerles caso. ¿Y si la realidad y los datos objetivos desmienten todas sus mentiras? A la mayoría de los medio pobres no importa la durísima realidad ni los aburridisimos datos objetivos, suponen. Importa lo que les agite las glándulas permitiéndoles soportar los golpes de la realidad y de los datos. ¿A quién le importa la verdad? A pensadores anticuados. Hoy lo que importa es el poder y el poder lo da el dinero. Quien no tenga poder ni dinero seguro que puede jugar juegos y ver películas y series en los que el peligro y los muertos agiten sus glándulas, estimulen la secreción de dopamina y consigan así que el cerebro ignore por un rato los aguijones de la realidad.
Por eso, bien asesorados por los expertos en la propaganda nazi que llevó a un desconocido Adolf Hitler a la cúspide de un mesías, los líderes fascistas de nuestro país han puesto en la picota a Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez, presidente de un gobierno de coalición que hubiera reventado el cerebro y los nervios de cualquiera con menos resistencia que la suya; con una capacidad de negociación que le ha permitido aprobar más de doscientas medidas sociales con los votos de cercanos y muy lejanos, se ha convertido, por la estrategia fascista, en protagonista absoluto de las elecciones municipales y autonómicas. A los fascistas no les importan los ayuntamientos, no les importan las comunidades autónomas. Los problemas de esos entes son problemas de mindundis. Lo que importa a los fascistas es el poder que otorga el gobierno de todo el estado; un estado mucho más fuerte cuando los fascistas lleguen al gobierno que les permita derogar competencias para acumular poder. Por eso se trata de derrocar a Sánchez, de derrocar al sanchismo como sea porque el sanchismo significa elevar a los mindundis a la categoría de ciudadanos que determinen el rumbo del gobierno; otorgar a los ciudadanos la auténtica libertad, la libertad de vivir libres de la bota del dinero y de los fascistas poderosos que quieren aplastar su vida. ¿Conseguirán los fascistas el triunfo que el fascismo ha conseguido o conseguirá en medio mundo?
Los españoles no se rindieron al golpe de estado de los fascistas. Para destruir a la democracia, hizo falta una guerra civil que se perdió por la cobardía de los gobiernos europeos de aquella época. Los españoles no se rindieron cuando las últimas elecciones generales ratificaron lo que los fascistas llamaban el gobierno ilegítimo de Sánchez. Millones de españoles no quieren perder los beneficios que para ellos ha supuesto el gobierno progresista del sanchismo. Los fascistas, obsesionados por la estrategia nazi de los 30, han olvidado una de las pocas verdades que dijo Rajoy: los españoles son mucho españoles. Y porque son mucho españoles, votarán como ciudadanos para defender sus derechos y su libertad contra todos los que quieren tomarles por mindundis.
Magnífico artículo en el momento idóneo.
Las cosas pintan bastos para el PP y VOX. El apocalipsis de sus predicciones no se ha cumplido, no solo eso, la realidad económica y de trabajo es tan aplastante que han tenido que volver a sacar el espantajo de ETA para asustar a los ciudadanos.
Dice Ayuso, esa mujer, que Pedro Sánchez está proyectando un golpe de Estado con el apoyo de Bildu. La boutade es de tal tamaño que solo los más estúpidos de entre los estúpidos le compran ese discurso.
Es cierto, como escribes, que la ultraderecha, lo más miserable de entre los miserables, han apostado por «derogar el sanchismo», sea eso lo que quiera que ellos quieran. que sea. Pero la realidad es tan tozuda que les devuelve, sobre todo al PP, su propio reflejo en el espejo de la historia reciente. Cuantas más barbaridades dicen, Aznar, Feijóo, Bendodo o Ayuso, más en evidencia quedan. No es necesario hacer un gran ejercicio de memoria para recordar toda la miseria que ha utilizado la derecha contra todos los gobiernos socialistas agitando a los asesinados por la banda terrorista. Acercamiento de presos a las cárceles vascas cuando ETA seguía matando, darles carta de naturaleza llamándoles » Movimiento Vasco de Liberación», negociaciones con Bildu siempre que han necesitado de su apoyo…
Sería prolijo y aburrido enumerar todas las miserias morales del PP, pero creo que a nadie con un mínimo de neuronas sanas se les ha olvidado.
Las elecciones son municipales y autonómicas, pareciera que son unas generales, pero no, para esas falta más de medio año, medio año que se les va a hacer eterno a todos los fascistas desaforados que insultan, sin el menor asomo de vergüenza, a nuestro presidente Sánchez.
Si las izquierdas salen a votar en masa nos los merendamos el 28M.
Por eso es tan importante repartir pedagogía como tú haces, amiga, porque hay que remover conciencias adormiladas por el bombardeo constante de las soflamas de los fascistas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno y acertado el análisis de esta realidad tan cruda María e igualmente acertada la respuesta de Stradivarius . Hay que remover conciencias . Gracias por vuestras aportaciones.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu comentario, Isabel. Se ve que eres de los que se quieren mucho
Me gustaMe gusta