
Anoche, mientras iban saliendo los resultados de las elecciones de Castilla y León, me vi consolando y llamando a la esperanza a los amigos socialistas que manifestaban pesarosa sorpresa. No me costaba ningún esfuerzo. Esos resultados empezaron a causar en mi alma una leve sonrisa que, al finalizar el recuento de votos, estalló en una risa liberadora de toda pena. A media noche, recibí un email de mi hijo, algo insólito a aquellas horas. Se ve que estaba el pobre preocupado suponiéndome muy afectada por haber perdido las elecciones el partido socialista. Me reí otra vez. Escribí algunas frases más de consuelo para los pobres amigos que se daban por derrotados y me fui a mi habitación. Al notarme sonriendo con ganas me detuve en las escaleras para preguntarme, «¿Se puede saber por qué estás de tan buen humor?» Me contestó mi memoria, «Alicia, Alicia en el país de las maravillas». Empecé a ver a Alicia encogiéndose, creciendo, volviendo a encogerse, volviendo a crecer en medio de un mundo absurdo poblado por absurdos animales cuyos actos y diálogos, ajenos a la razón, negaban toda lógica. Volví a reír y di las gracias al alma de Lewis Caroll. Me metí en la cama. Puse la radio para escuchar más análisis del tema, pero no pude prestar mucha atención. Mi memoria me llevó a otro rompecabezas: «Finnegans Wake» de James Joyce. En algún momento me quedé dormida, y como una lirona dormí hasta las 8:00. No recuerdo si soñé.
Ayer, en Castilla y León, Pablo Casado quedó muy lejos del triunfo arrasador que esperaba en votos, pero ese fracaso aparente no debería llevarle hoy a la tristeza o la desesperación. Pablo Casado tuvo ayer el triunfo trumpiano de comprobar que se la había dado con queso de vaca y oveja, regado con vino, a casi cuatrocientos mil castellanos y leoneses; audiencia a la que muy pocos comediantes pueden aspirar. Decidme si no es para sonreír que los analistas políticos de todos los medios de comunicación sigan tomándose a este hombre en serio, profundizando en sus discursos disparatados, inventando sentido a sus actos absurdos, llenando páginas y horas de tertulias analizando el sentido que ellos mismos le acaban de inventar. James Joyce sonreía de oreja a oreja leyendo las críticas de críticos sesudos que deslomaban sus cerebros por explicar racionalmente un libro que Joyce había escrito al dictado de mil cosas ajenas a su facultad racional. Lo que trae a mi memoria la escena de la genial película «El club de los poetas muertos» en la que un profesor de literatura ordena a sus alumnos que arranquen de un libro las páginas que él considera inservibles. Dentro de unos días, quienes votaron por el PP tirarán a la basura las inservibles fotos y discursos de Casado. ¿Y después? Un creyente formal contestaría que, después, lo que Dios quiera.
«¿Lo que Dios quiera?», replicarían los descreídos de Vox. «Será lo que queramos nosotros». Pues bien pensado, tendrían razón. Anoche, un triunfante Abascal decía que a su candidato Juan García-Gallardo se le había puesto cara de vicepresidente. Hoy imagino a Mañueco de rodillas ante el caudillo de Vox, llorando a moco tendido: «Abascal, por Dios, no me hagas eso. Si te meto en el gobierno me linchan hasta en Bruselas. No te quiere nadie». Abascal, en súbito arrebato de furia ante tan imprudentes e insultantes palabras, le coge por el cuello y grita a un ayudante «Que le corten la cabeza». El de cara de vicepresidente le suplica: «Todavía no. Consolidémonos un poco más. Ya verás que pronto alcanzaremos el poder absoluto. Entonces podrás mandar que corten la cabeza a quien te dé la gana». Pero Abascal se ha embalado. Entra un sirviente a decirle que están en la puerta los de Soria ¡Ya! pidiendo audiencia. «Que les corten la cabeza», grita Abascal. «Pero, ¿por qué?» pregunta humilde y acojonadamente su vice. «Porque son separatistas. España una, grande y libre», Abascal vuelve a gritar. Abascal se tranquiliza cuando su aide-de-camp le asegura que los de Unión del Pueblo Leonés no le presentarán ningún problema y que los de Podemos siguen obsesionados solo con cargarse a Pedro Sánchez. Siendo imposible el sorpasso, Podemos se conforma con restar. «¿Restar a quién?», pregunta Abascal amenazando con el ceño. «Al PSOE, ¿a quién va a ser, mi general?» «Ah, bueno. Pues que sigan restando. Que resten, que resten», exclama Abascal mientras le toman medidas para otro chaleco antibalas. «Recuérdame que un día de estos invite a cenar a Iglesias y a la otra, como se llame. Y tú, vicepresidente, aprende. A los que te ayudan hay que hacerles la pelota, pero no demasiado.»
Tudanca termina su discurso, en el que ha felicitado a los ganadores del PP, como está mandado, y dicho poco más, como Pedro Sánchez. Y es que Tudanca, como Pedro Sánchez, se empeña en la sobriedad, oral y gestual. No se quieren enterar de que a la plebe la aburren los asuntos de gobierno. ¿A quién le importa si el gobierno ha subido las pensiones, si ha mejorado la reforma laboral, si sube los sueldos, el salario mínimo y no pares de contar? Eso es cosa de los políticos que para aburrirse les pagamos. En los mítines hay que ofrecer caña, guerra para que los asistentes se diviertan, como hace Ayuso y mira como le va. Pedro Sánchez se cree que es presidente de Francia o de Alemania o de uno de esos países tan importantes donde le reciben tan bien. A Casado no le recibe ningún finolis de esos de Europa; no le reciben porque es español, tan español como los de Vox, como los que se levantan al amanecer a ordeñar lo que sea, como los amos a los que no importa ensuciarse los zapatos visitando un establo de vez en cuando para hacerse una foto. Aquí, los españoles tuvieron que estudiar la carrera del hambre durante tantos años que lo que aprendieron se lo han pasado a sus hijos con la sangre. Al amo se le respeta como se respeta al toro y a la pila bautismal. Al amo se le respeta tanto que hasta se respeta su derecho a robar. No se habla de cosas aburridas, de tragedias tampoco. Mira como lo entiende Santiago Abascal que exige al PP que derogue las leyes de Memoria Histórica y de Violencia de Género. Con tanta serie, con tanta discoteca donde ya se puede entrar, con tanto smartphone y tanto viaje a crédito hay que ser tonto para amargarse la vida pensando en tragedias y asuntos serios. ¿Como la sanidad, la educación? ¿A quién se le va a ocurrir hablar de esas cosas mientras se toma una caña con los amigos? Y con el sol que hace. ¿Sequía, cambio climático? Anda ya, a decírselo a quienes están disfrutando de una terraza en pleno invierno. De los asuntos serios solo habla el PSOE, y así les va.
A un analista americano se le ocurrió decir por televisión antes de ayer que Estados Unidos está al borde de una guerra civil. Al presentador y a mí se nos puso cara de seriedad incrédula. La cosa está muy mal porque los republicanos están montando allí otro país de maravillas; de los países de maravillas que monta el fascismo, pero de ahí a una guerra civil, sonaba a exageración. Entonces el analista empezó a explicarse. En un país profundamente dividido entre fascistas y progresistas, en el que todos tienen derecho a portar armas, basta que un grupo se líe a tiros con otro para que la matanza se extienda por todo el territorio nacional sin necesidad de ejércitos. El presentador se puso blanco y yo busqué en un cajón de mi escritorio una pastilla para la arritmia.
Los españoles estamos profundamente divididos como demuestra el casi empate del domingo entre las opciones fascistas y progresistas. Afortunadamente, solo los cazadores pueden comprar armas. ¿Y si los más fascistas de todos los fascistas se empeñan en legislar, en nombre de la libertad, algo parecido a la segunda enmienda de la Constitución americana para que cada español lleve una pistola en el bolsillo? Entonces los viejos muy viejos se alegrarán de haber envejecido y de que no les quede mucho tiempo por vivir. Pero esperemos que eso no ocurra. Esperemos que lo del domingo haya sido una chifladura pasajera y que, cuando los chiflados se den cuenta de lo que les va a costar a todos haber votado como votaron, tengan un súbito ataque de cordura que les haga fiscalizar al gobierno que se forme y no volver a votar jamás a tontas y a locas.
Lewis Caroll salió del jardín maravilloso en el que había metido a la pobre Alicia despertándola de su sueño. James Joyce mete a los lectores de su Finnegans Wake en un círculo interminable empezando por donde termina y terminando por donde empieza, más o menos como la vida misma. Uno puede acabar mareado si se pone a pensar que la vida de los habitantes de este mundo está condenada a girar y girar saliendo de un punto para pasar una y otra vez por el mismo sitio. Aunque esa reflexión también sirve para soportar con sonrisas la locura de ayer. Pasemos por donde pasemos en los próximos días será, de cualquier modo, un pasar pasajero que no nos impedirá seguir adelante hasta que toque volver a pasar. Además, según algunos críticos, Finnegans Wake también recrea la experiencia de los sueños. A lo mejor resulta que, como Alicia, un día nos despertamos hartos de tanto mareo y decidimos avanzar de verdad. Consuela pensar que depende de cada uno de nosotros.
Querida amiga, como habría escrito Joyce en su última e intrincada novela cómica: Ellos creyéndose amos de susiervos ordenaran vivirmal ajenos a suspoliticuas- VOX.
Pablo Casdo tuvo una epifanía una mañana en Génova 13. El mundo estaba en sus manos, bueno, al menos el mundo que concocía: España. Para llegar a gobernarlo solamente tenía que hacer anticipo de elecciones en las comunidades autónomas donde gobernasen.
Después del arroyador éxito de Ayuso en la capital del reino lo demás estaba chupado, él saldría reforzado en su liderazgo de un partido que comenzó a cuestionar su idoneidad hace ya tiempo. Daría una lección de liderazgo a sus varones.
Primero sería Castilla y León, gobernadas en coalicción con Ciudadanos, sabía que los naranjas habían traicionado al Psoe en 2019, cuando estos ganaron con 35 procuradores al rancio PP. La excusa de una hipotética moción de censura se le ocurriría después, a la vista de los resultados obtenidos.
La campaña en tierras castellano leonesas estuvo trufada de vacas, ovejas, jamones, vino y toda la demagogia habida y por haber en torno a estos asuntos.
La prensa afín, ABC, El Mundo, La Razón… toda le decía que según sus inequívocas encuestas alcanzaría la mayoría absoluta. Sería un paseo militar.
Ayer por la noche supo que había abierto la puerta de par en par a la formación que les disputa la derecha: VOX.
La pírrica victoria, 2 procuradores más que en 2019, dejaba la gobernabilidad de la comunidad en manos de sus émulos más furibundos, 13 procuradores, nada menos.
Lo que iba a ser la roca en la que asentar su papel de líder incuestionable, lo que iba a hacer el adelanto de elecciones en Andalucía, lo que le llevaría en las próximas generales a la Moncloa, todo eso, se diluyó como un azucarillo en las aguas del Pisuerga.
El despertar del sueño de grandeza de Casado le deja desnudo de explicaciones. Solo han salido a exaltar tan heróica azaña Montesinos y Egea. Dos personajes a los que los varones del PP desprecian por mindundis y niñatos, y no lo digo yo, lo dijo Esperanza Aguirre, la reina de la charca, nada menos.
Ahora, hoy, están acongojados, piden al PSOE que se abstenga para no tener que depender de VOX, éstos ya están pidiendo una vicepresidencia y varias consejerías, además de adelantar que derogarán las leyes autonómicas referentes a memoria histórica y violencia de género.
El PSOE no caerá en esa trampa, espero, salvo que a cambio haya cambios importantes en los bloqueos que el PP ejerce sobre organos caducados, y no solo el CGPJ. Aún y con eso, creo que el PSOE debe mantenerse firme en el no, si hay que volver a hacer elecciones, se hacen.
El daño está hecho, señores del PP, ahora salgan ustedes solitos del jardín en el que se metieron para mayor gloria de su líder Pablo Casado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
De todas las opciones que he leído, la más cuerda de entre las cuerdas es la de poner cuanta más tierra por medio mejor con la reppugnante derecha española. Allá se las compongan! Son gente engentuzada e infecciosa, plagada de virus malignos contagiosos. Son gente rabiótica, envidiótica, reppugnántica, vividorática, repulsiviótica!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Querida amiga, como habría escrito Joyce en su última e intrincada novela cómica: Ellos creyéndose amos de susiervos ordenaran vivirmal ajenos a suspoliticuas- VOX.
Pablo Casdo tuvo una epifanía una mañana en Génova 13. El mundo estaba en sus manos, bueno, al menos el mundo que concocía: España. Para llegar a gobernarlo solamente tenía que hacer anticipo de elecciones en las comunidades autónomas donde gobernasen.
Después del arroyador éxito de Ayuso en la capital del reino lo demás estaba chupado, él saldría reforzado en su liderazgo de un partido que comenzó a cuestionar su idoneidad hace ya tiempo. Daría una lección de liderazgo a sus barones.
Primero sería Castilla y León, gobernadas en coalicción con Ciudadanos, sabía que los naranjas habían traicionado al Psoe en 2019, cuando estos ganaron con 35 procuradores al rancio PP. La excusa de una hipotética moción de censura se le ocurriría después, a la vista de los resultados obtenidos.
La campaña en tierras castellano leonesas estuvo trufada de vacas, ovejas, jamones, vino y toda la demagogia habida y por haber en torno a estos asuntos.
La prensa afín, ABC, El Mundo, La Razón… toda le decía que según sus inequívocas encuestas alcanzaría la mayoría absoluta. Sería un paseo militar.
Ayer por la noche supo que había abierto la puerta de par en par a la formación que les disputa la derecha: VOX.
La pírrica victoria, 2 procuradores más que en 2019, dejaba la gobernabilidad de la comunidad en manos de sus émulos más furibundos, 13 procuradores, nada menos.
Lo que iba a ser la roca en la que asentar su papel de líder incuestionable, lo que iba a hacer el adelanto de elecciones en Andalucía, lo que le llevaría en las próximas generales a la Moncloa, todo eso, se diluyó como un azucarillo en las aguas del Pisuerga.
El despertar del sueño de grandeza de Casado le deja desnudo de explicaciones. Solo han salido a exaltar tan heróica azaña Montesinos y Egea. Dos personajes a los que los barones del PP desprecian por mindundis y niñatos, y no lo digo yo, lo dijo Esperanza Aguirre, la reina de la charca, nada menos.
Ahora, hoy, están acongojados, piden al PSOE que se abstenga para no tener que depender de VOX, éstos ya están pidiendo una vicepresidencia y varias consejerías, además de adelantar que derogarán las leyes autonómicas referentes a memoria histórica y violencia de género.
El PSOE no caerá en esa trampa, espero, salvo que haya cambios importantes en los bloqueos que el PP ejerce sobre organos caducados, y no solo el CGPJ. Aún y con eso, creo que el PSOE debe mantenerse firme en el no, si hay que volver a hacer elecciones, se hacen.
El daño está hecho, señores del PP, ahora salgan ustedes solitos del jardín en el que se metieron para mayor gloria de su líder Pablo Casado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
De todas las opciones que he leído, la más cuerda de entre las cuerdas es la de poner cuanta más tierra por medio mejor con la reppugnante derecha española. Allá se las compongan! Son gente engentuzada e infecciosa, plagada de virus malignos contagiosos. Son gente rabiótica, envidiótica, reppugnántica, vividorática, repulsiviótica!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias por comentarlo, Jesús. A Joyce le hubieran gustado tus neologismos
Me gustaMe gusta
Yo también sería del PsoE si fuera Socialista y Obrero. Mi padre se desengañó en el 79, yo en el 83. Y «nunca mais».
El bipartidismo siempre ha remado en la misma dirección, uno con la chalupa en b/n y el otro pintándola con colorines. Los dos con el viento de popa de los Falsimedia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¿No se te ha ocurrido pensar que desde el 83 ha llovido mucho? Yo voté a González por primera vez en el 96 y para que ganara Aznar. Por Zapatero y Sánchez he votado a gusto con todo el convencimiento de mi mente y de mi alma. No me he arrepentido
Me gustaLe gusta a 1 persona
.
Me gustaMe gusta